La idea, que ya se aplica en otras capitales europeas, como París o Ginebra, ha soliviantado al sector del taxi tradicional en Madrid. El presidente de la Federación Profesional del Taxi, Mariano Sánchez, ya ha expresado su «total oposiición». Sin embargo, Benajmin Darmendrail, el francés que promueve el servicio defiende la legalidad de su proyecto.
Imagen moto22.com
Según Darmendrail, la moto-taxi tiene un mercado diferente al de los taxis de cuatro ruedas. «En ciudades como París, conviven ambos servicios y cada uno tiene su mercado diferenciado». De hecho, en Moto-city tienen claro que su nicho de público será uno muy concreto. Piensan en gente del mundo de los negocios que tiene que hecer desplazamientos concretos y muy puntuales, para los que cualquier retraso que les modifique su agenda es un verdadero trastorno.
Darmendrail explica que «las motos son capaces de moverse mucho más rápido entre los atascos y las obras». Además, a diferencia de los taxis al uso, uno sólo podrá subir a una moto-taxi si reserva previamente por teléfono. Estos vehículos no recogerán pasajeros por la calle. Existirá una tarifa mínima de 10 euros. A partir de esta cantidad, se facturará por kilómetros. Para hacerse una idea, viajar de la Puerta del Sol al aeropuerto de Barajas costará unos 30 euros. De Plaza de Castilla a Atocha, la cosa rondará los doce o catorce euros.
Al principio, la empresa tiene previsto funcionar con dos motocicletas maxi-scooter que irán pertrechadas con un pequeño maletero y una chaqueta para el pasajero. Veremos si la idea cuaja en Madrid, una ciudad con crecientes problemas de movilidad, pero en otras capitales europeas la moto-taxi es una realidad ya consolidada. Sólo en París funcionan más de 400 de estos vehículos.
Via twitter: @Nutria01
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